Como todos los años llega a nosotros una nueva Navidad. Recuerdo cuando era pequeña y esta época me encantaba. Todo era alegria y emoción: los regalos, los dulces, juntarse todos en casa de los abuelos a cenar... pero todo eso va cambiando con los años y cada vez te hace menos ilusión: los regalos los compras tu, piensas en los kilos que cogerás depués de tantas cenas y reuniones y, lo mas importante, la familia ya no es lo que era... algunos no están y otros, simplemente, no vienen.
Para mi han pasado a ser estas, unas fiestas tristes que me recuerdan lo solo que se puede llegar a sentir uno cuando todos a tu alrededor cuentan sus historias familiares, fiestas pre-navideñas y demás.
Pero es inevitable y un año más nos invaden las luces y adornos de colores. Y a pesar de toda esta soledad, siempre te queda una pequeña esperanza de que, para el próximo año, quizá, no sea igual que este, y sea yo la que me sienta feliz e ilusionada porque de nuevo llegan estas fechas.
1 comentario:
No esperes nada de la navidad, esa fiesta cristiana debería ser considerada pagana por la propia iglesia destinada simplemente a que coincida con las vacaciones de invierno y preparada para recaudar todo el dinero posible, no vaya a ser que te creas que podías estar ahorrando hasta el verano.
Aunque ciertamente esa felicidad navideña tan falsa es extremadamente propensa a producir los sentimientos contrarios. La culpa la tiene el corte inglés o lo que haya en italia. XD
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